Lo reconozco : ando con la neurona algo lenta.
No es que conociese la canción, pero ha sido pronunciar el estribillo, falseando mi voz, y me he dicho :
"¡Coño! Si sueno a Bibi Andersen (Bibiana Fernández, a la vejez)"
Y, claro, ahí está, en yutube.
Andaaaaaaaaaaaaaaaaa ... sálvame.
Cada gota transpirada,
cada gota escurrrida,
es una gota vivida.
Quiero empaparme en vida.
Veinte a la diez.
2010
Tracé la curva cerrada, con los latidos agitando cada uno de mis poros.
Intuía el riesgo, mientras, inconscientemente, mis músculos se tensaban al límite.
Pero no afloje.
Ni un milímetro.
No preguntes qué pasó en el transcurso.
Pasó.
Y no lo recuerdo.
Y al terminar la curva, ahí estaba :
su culo.
Por mucho que me empeñe, sigo sin verle sentido al cambio de hora.
Y, pregunte a quien pregunte, nadie es capaz de darme un explicación razonable. Ni no razonable, porque todos estamos igual de atónitos con la gilipollez del cambio.
Suena a que nos la quieren meter torcida, como siempre.
¿Y tú?
¿Sabes el porqué?
... colores de vida.
Transpiremos.
Cuerpo de león
Alas y cabeza de águila.
Un grifo.
Tal y como lo quiere la mitología.
Permanecí frente a la ventana, mirando sus ojos con descaro.
Ella no apartó la mirada en ningún momento. Tan solo se limitó a dejar deslizar su mano por su cuerpo.
Cuando sus dedos se introdujeron dentro del pantalón ...
¡¡Joder!!
¡¡Qué calor hace!!
No tiene título. No hace falta.
Porque es un momento de disfrute.
Incluso sin entender lo que dice.
Siéntate, escucha y disfruta de la voz.
... la más miserable ruina,
cobijo de estos despojos,
aliento una esperanza ladina.
Miro a su ojos,
impenetrables Judas de cristal,
y los veo mentirme.
¡Estúpida valentía la del ignorante!
¡Estúpida ignorancia la del valiente!
Confiada en la dureza del acero,
desconoce la debilidad de un eslabón.
Busco Inmaculada, Olga, Úrsula y tres puntos, para completar mi colección.
Interesadas, razón aquí.
Quizás, a lo mejor, con un poco de pulimento ...
Noches y días.
Sueños y realidades.
Donde las nubes se ciñen a tu cintura.
... me amenazas con no respirar
y me das la espalda ...
... me quedaré mirando tu culito.
(Recuperada del baúl de "palabras desde una sonrisa")
El lunes pasado estaba haciendo la compra y pasé delante de la pescadería. Me gusta curiosear y ver qué pescados y mariscos hay. No compré nada, porque era lunes (*).
En ese momento pensé en los restaurantes y en que la mayoría tienen descanso semanal los lunes. La verdad es que nunca me había parado a pensar con detenimiento en porqué los restaurantes buenos, en general, cierran los lunes. "Será porque tras el fin de semana se sale menos a comer y cenar", pensaba. Pero este lunes caí en la cuenta de que un buen restaurante tiene que ofrecer una buena carta. Y los lunes no hay pescado fresco, porque los barcos de bajura, no salen a faenar los domingos, y son los barcos de bajura los que ofrecen el pescado fresco que, se supone, debe de servirse en un buen restaurante. Y el pescado de lonja del sábado ha sido capturado la noche del viernes. Demasiado tiempo para conservar una calidad óptima.
Por otra parte, ¿Dónde van a comer o cenar en su día libre los empleados de esos restaurantes? ¿Al Mc Donals? ¡No jodas!
En fin, cosas mías. Ya sabeis.
(*) ¿Por qué has bajado a leer esto? Eres cotilla hasta la médula ¿Eh? Pues no, no es que tenga aversión a comer pescado un lunes, ni porque me lo prohiba mi religión. Anda, sigue leyendo y así te enterarás del porqué.
Me gusta ver CSI Las Vegas. No puedo con el Horatio y su tortícolis, así que el Miami, no me acaba de ganar. Pero Las Vegas me tiene enganchado.
El caso es que ayer echaban un capítulo en el que un fontanero me metía bajo una casa para intentar descubrir una fuga y se topa con algo más macabro :
los huesos de unos dedos surgiendo del lateral de una zapata de hormigón de la casa.
No parece gran cosa pero si lo miras con detalle y ves aquellos huesos surgir perpendiculares a la pared de hormigón, te percatas de que el asesoramiento técnico de la serie tiene mucho que desear. Y la de errores que se nos habrán escapado por desconocimiento de materias.
Pero de este fallo me encargo yo. Vamos a ver. Para realizar una zapata como la que salía en la serie, o cualquier elemento de hormigón, se necesita un encofrado. El encofrado consiste en una serie de piezas que hacen de presa y definen el perímetro exterior del volumen a hormigonar. Generalmente los encofrados son de madera o metálicos (en ocasiones también los hay de cartón) y constan de varios elementos ciegos, porque de lo contrario no serían capaces de retener el hormigón. Y aquí es donde aparece el problema. Si un encofrado no tiene huecos para que pase el hormigón ... ¿Por donde salían los dedos del cadáver? Es de suponer que el asesino no se tomaría la molestia de perforar el encofrado para dejar pasar los dedos ¿O sí? Claro que queda mucho más bonito que los dedos surjan del hormigón. Y más aun si todos hubiesen estado encogidos. Todos menos el dedo corazón.
Os recomiendo que leais el libro "HORMIGÓN ARMADO" de Montoya, Meseguer y Morán (Ed. Gustavo Gili). No hay insomnio que se le resista.
Con dos cubiertas por banda,
echando humo, dando candela,
calle abajo va que vuela
un saisientos cantarín.
Buga ruidoso que llaman
por su rugío, Er Felino,
en tol barrio conosío
pol petardeo sinfín.
La luna llena de grietas,
de loneta tié los asientos,
et-te antiguo saisientos
pintao en rojo y asul;
enseña el condustó la piñata,
con algo más que una copa,
a su lao la Jeni con poca ropa,
y una camiseta de tul.
Aselera, amol mío
pisa el pedal sin temó,
que ni guardía civil impío,
ni un guripa mamón
a este buga darán caza,
ni verán mi sujetadó.
Veinte murtas
nos han puesto
Po circula
del revés
pero me paso
por lo cohone
los mersedes
y chevrolés.
Ques mi buga mi tesoro,
y que paso del radá,
a las pibas les doy morro,
cuando sargo a vacila.
Si me quieren de da guerra,
en casa lo churumbele,
los mando con la suegra perra,
que yo bastante tengo con lo mío,
con tóo et-te mujerío,
cual ramillete claveles.
No hay playa,
en costa cuarquiera,
ni escalera
ni barcón,
ande no haya pasado
et-te menda
a calentá un corasón.
Ques mi buga mi tesoro,
y que paso del radá,
a las pibas les doy morro,
cuando sargo a vacila.
A la voz de “¡Yega el Arreglaó!”
Es de vé
Cómo les sube la caló
y las tangas empiesan a de mohá,
porque llega el rey der lugá,
y se lo quieren de comé.
A las güenas piesas
no orvido
y les pido
por iguás;
quiero su móvis
su meil
y su nombre
pa contasto sesuá.
Ques mi buga mi tesoro,
y que paso del radá,
a las pibas les doy morro,
cuando sargo a vacila.
¡Mi culito et-ta de muelte!
De tóo yo me río
hasta de la mala suet-te,
mientras la Cañi ponga la cena,
mi panza tenga yena,
y cada día tenga un lío.
Y si la Porvo nostá
¿A quien llamo?
¡Anda que no hay perdías!
Mi trinco un Bacardí,
y cuando subo
tengo un clavo,
que mi lavo
y a dormí.
Ques mi buga mi tesoro,
y que paso del radá,
a las pibas les doy morro,
cuando sargo a vacila.
Pongo en el cassette
a los Ramones,
y hago de rugí er motó,
los cables de la caló medio fundíos,
el humo del Chester ensendío,
y a la siví en los talones.
Con cara de bueno
y tupé ar viento,
paso mu lento
por adelante der bar,
a ellas les quito el muermo
y dejando de lado
sus lerdos maromos,
toas me quieren de ligá.
Ques mi buga mi tesoro,
y que paso del radá,
a las pibas les doy morro,
cuando sargo a vacila.
TORTILLOWSKI PATATENSKA
Me parece estupendo.
¿Qué sería de nuestra aburrida vida sin la música? Uno de los mayores placeres es sentarse a escuchar una buena pieza de los clásicos. O bailar uno de los amasijos de ruido que están de moda.
Pero todo tiene un límite. Porque, vamos a ver : ¿Cómo se puede permitir que no pongan música en las farmacias? Eso por poner un ejemplo (no se me vaya a enfadar alguien). Jajaja.
En serio. El sábado me di cuenta de que no hay un miserable agujero donde uno pueda estar sin tener que padecer el bombardeo de la música. Me preguntaba, viendo a una dependienta de una boutique, cómo era posible que esa misma noche, aquella chica saliese a tomar unas copas y siguiese aguantando la misma música que llevaba oyendo todo el santo día en su trabajo.
Mal que todos los bares, TODOS, tengan que ponernos banda sonora en nuestras vidas. Si no es la radio, es un disco o la televisión. ¡¡Bendito peiperviú!!
¿Y las tiendas de ropa? ¡Oiga, que yo vengo a comprar un pantalón y las piernas no se me están quietas con este ritmo tan machacón! Así no me extraña que vuelva la pata de elefante.
Y paremos a llenar el depósito de gasolina. Casi todas las gasolineras (menos donde yo reposto y no pienso decirlo para que no me la quitéis) ya tienen la consabida música para ... ambientar y hacer ameno el llenado del depósito. Menos mal que no ponen la música de Porrina de Badajoz o Manolo Caracol. Ya sería la leche.
Los hiper ... ¡¡Ay, los hiper! Al menos, estos, tienen el detalle de interrumpir con esas frases cuasi mecánicas. “Encargado de electrodomésticos, acuda a post-venta”. Y luego vuelve la musiquilla. Para mí que lleva mensaje subliminales. “Compra más ¡coño!, que solo llevas medio carro lleno” “¿Esa porquería vas a comprar? Compra algo más caro, pringao”
Pero todo esto no tiene comparación con llegar a la oficina y tener que aguantar a los 40 impresentables. ¿Alguien con un mínimo de cerebro puede creerse tamaña patraña? Una lista confeccionada a golpe de talón. Y no de Aquiles. Para potar.
Nada mejor que sentarse en la orilla y oir romper las olas. Mirar al infinito y oir el mar.
Y pensar en ella.
Bajo la máscara veo tus ojos.
Bajo el brillo negro del cuero aprecio la curva de tus senos.
Los deseo. Los deseo.
Y espero el castigo por mi lujuria desenfrenada.
Te mueves entorno a mi.
Me observas en silencio.
Veo tu sonrisa maliciosa
mientras tu mano juega con la fusta.
Mientras mi cuerpo siente la excitación del roce de tus uñas.
Y no puedo contener la erección que me provoca ver tus piernas enfundadas en esa botas altas.
Ya siento el repentino calor del golpe sobre mi nalga.
Siento la mezcla de rabia y ansia con la que has golpeado mi culo.
Y sé que el rojo de mis magulladuras aumenta tu frenesí.
Que acaricias mi piel sabedora de tu poder.
Que soy tu esclavo rendido.
Que si tu ordenas yo me vendo.
Que solo seré un juguete para tu placer.
Hasta más allá de donde imaginas.
Hasta más allá de lo real.
Esclavo de ti.
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