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EL ANILLO

ESA MUSIQUILLA DE FONDO ...

MUSICA 

Me parece estupendo.

¿Qué sería de nuestra aburrida vida sin la música? Uno de los mayores placeres es sentarse a escuchar una buena pieza de los clásicos. O bailar uno de los amasijos de ruido que están de moda.

Pero todo tiene un límite. Porque, vamos a ver : ¿Cómo se puede permitir que no pongan música en las farmacias? Eso por poner un ejemplo (no se me vaya a enfadar alguien). Jajaja.

En serio. El sábado me di cuenta de que no hay un miserable agujero donde uno pueda estar sin tener que padecer el bombardeo de la música. Me preguntaba, viendo a una dependienta de una boutique, cómo era posible que esa misma noche, aquella chica saliese a tomar unas copas y siguiese aguantando la misma música que llevaba oyendo todo el santo día en su trabajo.

Mal que todos los bares, TODOS, tengan que ponernos banda sonora en nuestras vidas. Si no es la radio, es un disco o la televisión. ¡¡Bendito peiperviú!!

¿Y las tiendas de ropa? ¡Oiga, que yo vengo a comprar un pantalón y las piernas no se me están quietas con este ritmo tan machacón! Así no me extraña que vuelva la pata de elefante.

Y paremos a llenar el depósito de gasolina. Casi todas las gasolineras (menos donde yo reposto y no pienso decirlo para que no me la quitéis) ya tienen la consabida música  para ... ambientar y hacer ameno el llenado del depósito. Menos mal que no ponen la música de Porrina de Badajoz o Manolo Caracol. Ya sería la leche.

Los hiper ... ¡¡Ay, los hiper! Al menos, estos, tienen el detalle de interrumpir con esas frases cuasi mecánicas. “Encargado de electrodomésticos, acuda a post-venta”. Y luego vuelve la musiquilla. Para mí que lleva mensaje subliminales. “Compra más ¡coño!, que solo llevas medio carro lleno“¿Esa porquería vas a comprar? Compra algo más caro, pringao

Pero todo esto no tiene comparación con llegar a la oficina y tener que aguantar a los 40 impresentables. ¿Alguien con un mínimo de cerebro puede creerse tamaña patraña? Una lista confeccionada a golpe de talón. Y no de Aquiles. Para potar.

Nada mejor que sentarse en la orilla y oir romper las olas. Mirar al infinito y oir el mar.

Y pensar en ella.

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