AROMAS
Pretenciosamente, habían cambiado su nombre por cafetería.
Fue acercarme y envolverme en el barullo de voces que se escapaban por las ventanas.
Ni mi culito lindo ni yo, entramos. Solo me asomé para ver que aquel garito solo se había lavado la cara del nombre.
Y sigue igual. Igual que cuando lo pisaste por última vez.
Igual que cuando nos sentamos en aquella esquina, la primera vez.
Igual que cuando tu dedo rozó mi mejilla y tu pierna la mía.
Todo sigue igual.
Incluso dentro de mi.
3 comentarios
@ -
¡¡Hay que joderse el pedazo de EGO que tengo!! Cualquier día de estos me echa de la cama.
Juas, juas.
Por cierto, Txiki, tú te lo perdiste, que me dejé caer ayer por allí y no estabas. Podrías haber ... tomado un café con este "culito lindo".
soraya -
Eva, no sé yo si sacarme una foto con cara de sádica clavandole la aguja en el hueso de ese culito tan lindo, que seguro que no saldría mona, pero si quieres yo te saco una foto del culito (para que la cuelgues en internet).
Un besito.
Eva -
Un becho, guapo mío.