PARABOLA DE LOS DOS HOMBRES
Esta es la historia de dos hombres, vecinos del mismo pueblo, a los que les fue encomendada la misma misión. Se trataba de un trabajo laborioso y pesado, que requería de una gran dedicación y esfuerzo. Tendrían que vaciar todo el granero municipal.
Julián, era el mayor de ambos y sus canas se veían desde lejos. No era robusto, ni tampoco enclenque. Nunca alardeó de fuerza ni de inteligencia.
Ernesto era el otro. Bastante más joven que Julián, denotaba el ímpetu de la edad en sus reacciones. Parecía ser más fuerte que Julián y gustaba de oir las voces que cantaban a su inteligencia.
Ambos comenzaron el trabajo, dividiéndose los silos del granero en partes iguales, a fin de no trabajar ninguno menos que el otro. Julián fue haciendo su faena poco a poco; sin interrupciones. Mientras, Ernesto pretendía hacer valer su vigor juvenil y se avalanzó sobre el grano dispuesto a dar buena cuenta de su labor en el menor tiempo posible. Ello hacía que se detuviese a descansar cada poco tiempo, pues el trabajo era agotador.
No voy a decir quien acabó antes su trabajo. Eso que lo resuelva cada uno.
Solo diré que entre ambos había un punto que marcaba la diferencia : la paciencia.
Y esa, es patrimonio de ...
O no.
2 comentarios
Rana -
Se siente. No me revuelvas y malmetas al personal a costa de los colores.
Hala!!! Me piro!!! Hasta más ver....bellaco!!
liv -
Oye y me gusta que no se te olviden los números ;)
Besotesssssssssssss