ROBIN JUDES VARIOS
Acabo de enterarme que han absuelto a Juan José Ibarretxe y Patxi López por haberse reunido con la ilegalizada Batasuna, en base a la llamada "Doctrina Botín".
Para que nos entendamos, la "Doctrina Botín" se llamó a la interpretación que hizo el Tribunal Supremo en un caso contra en Banco Santander, absolviéndolo de las acusaciones por "cesiones de crédito". Estas cesiones, que no son en sí delito, consisten en que el banco traspasaba a una tercera persona el riesgo de un crédito contraído con una empresa. La novedad era que, en la mayoría de los casos, el Santander no aplicaba retenciones a los rendimientos. Y no para ahí la cosa, porque jugando con el dinero B de algunos "buenos clientes", realizaba suscripciones a nombre de titulares (fallecidos, emigrantes residentes en el extranjero, indigentes) que desconocían que estaban siendo usados para mayor engorde de las cuentas de "muy honestos señores defraudadores fiscales".
(Lamento la extensión de la explicación).
Volvamos a Juanjo y a Patxi.
En aplicación del vergonzoso razonamiento ya expuesto, han sido absueltos "porque la citadas reuniones no perjudicaban a nadie". Y me parece bien, porque entiendo que, en efecto, esas reuniones no perjudicaban a nadie.
Pero, como estamos en una democracia (ja-ja-ja), exijo (nótese la diferencia entre pedir y exigir) que cuando (Dios no lo quiera) Tráfico me saque una foto de radar por exceso de velocidad, se me aplique la misma "Doctrina" porque "no hacía mal a nadie".
Y cuando aparque mal.
Y si se me ocurre mear en un árbol, en medio de la calle.
Y es que, como decía Alfredo Amestoy, ésta es La España de los Botejara
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