EL DOCTOR VECINO, SUPONGO

Me apetecía un café y la bollería de la barra era tentadora.

La espiral de aquella caracola era hipnótica.

¡Cómeme! parecía decir.

Pero me mantuve firme.

Metódicamente, metí la mano en el bosillo interior de la chaqueta y saqué la cartera.

Voy a mirar a ver si llevo suelto ...

 

 

 

 

5 comentarios

[Mami mandinga - 18 de marzo de 2009 - 22:03]

Toa toa toa

[@ - 18 de marzo de 2009 - 18:51]

¿Será cierta la fama de los mandingas?

[Negrita porteadora - 18 de marzo de 2009 - 17:29]

Con ehe nombre no podía he otra coha que africano, mi amo: a chatina fAlica...

[@ - 18 de marzo de 2009 - 17:11]

Yo diferenciaría una almeja a simple vista, doctora : se trata de un bivalvo, contra la única concha que luce un caracol.
Por cierto ¿Sabía usted que el caracol más grande es el caracol africano? "Achatina fulica".
Africa es un continente contradictorio : las menores rentas y los mayores atributos.

Cosas del color negro.

[Dra. Livingston - 18 de marzo de 2009 - 16:54]

Cuidado con lo que te desayunas en esas cafeterías de Botswana.
Esas caracolas lo son sin serlo: el bicho pasa un proceso de despedazado y cocimiento en caldero muy tradicional del folklore del pais.
Vamos, que igual la caracola es la simple almeja de una expedicionaria despistada.